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CONCEPTOS Y REFLEXIONES SOBRE LOS MAÍCES TRANSGÉNICOS

 

Son conocidos como: organismos modificados genéticamente (OGM), maíces transgénicos, biotecnológicos o maíces de alta tecnología; pero, qué tan bien los conocemos realmente? Ya sabemos que no son los monstruos que van a cobrar vida como en una película de terror. Tampoco caer en exageraciones, como el caso de artículos en los que se compara una variedad de maíz que rinde 2 ton/ha con un maíz híbrido transgénico que rendía 5 a 7 ton/ha y se concluía que los transgénicos potenciaban el rendimiento por las nubes, lo cual, obviamente, no es por ser transgénico sino por tratarse de un híbrido frente a una variedad.


Existe mucha desinformación cuando de maíces transgénicos se trata y queremos que sepa, amigo lector, que no estamos en contra de esta tecnología, solo queremos ofrecerle una información más verídica y fácil de entender para que la próxima vez que entre a discutir sobre este tema usted maneje elementos conceptuales que le permitan dar una opinión más objetiva. Explicaremos qué son los maíces transgénicos, cómo se desarrollaron, qué tipos existen en Colombia, sus ventajas y también sus limitaciones.


Todo cultivar está compuesto por genes, los genes son las unidades de la información genética, incrustada en los cromosomas, que a su vez forman parte del núcleo dentro de las células; dichos genes sirven para dar órdenes específicas para el funcionamiento y fisiología de un individuo. Se activan y desactivan en diferentes partes del organismo o en diferentes épocas. Es decir que un gen es una secuencia de nucleótidos que le ordena a la célula para que produzca un péptido, una enzima o una proteína que ejecute o controle algo.


Primero que todo hay que entender por qué se habla de transgénesis: para que se produzca una descendencia, los padres deben ser de la misma especie, que exista una coincidencia a nivel de los cromosomas y pueda existir flujo de genes para una fecundación dando como resultado una semilla o un individuo. Diferentes especies tienen diferente número y forma de cromosomas. En algunos casos la fecundación puede ser viable con especies que no están tan relacionadas pero sí tienen cercanía a nivel cromosómico. Por ejemplo un burro y una yegua que generan una mula o un león y una tigresa que generan un ligre. Pero cuando no hay coincidencia ni cercanía a nivel cromosómico no puede haber descendencia de manera natural y lo que se busca es mejorar las características que se puedan heredar, es decir, que uno de los padres aporte unos genes que puedan plasmar una característica específica deseada en los hijos. La ingeniería genética hace posible que especies que no tienen cercanía cromosómica puedan compartir genes, eso es transgénesis.


Los científicos han encontrado una bacteria del suelo llamada Agrobacterium sp. Cepa CP4 la cual sirve de vehículo para introducir genes nuevos al genoma del maíz, utilizando técnicas de hibridización a nivel del ADN. El glifosato y el glufosinato de amonio, los cuales actúan en las plantas suprimiendo su capacidad de generar algunos aminoácidos importantes para su crecimiento, son usados ampliamente en maíz y otros cultivos para controlar malezas. Así, mediante Agrobacterium se introdujo el gen que inhibe la acción del glifosato como una opción de control de maleza para el cultivo del maíz, permitiendo generar los aminoácidos aromáticos Tirosina, Fenilalanina y Triptófano presentes en los maíces RR. En otras palabras el maíz es ahora capaz de restaurar el posible daño que el glifosato le haría normalmente. Para inhabilitar el efecto del glufosinato, se encontró el gen PAT, de la bacteria Streptomyces viridochromogenes, que codifica para la enzima fosfinotricin-acetil transferasa (proteína PAT en inglés), que otorga tolerancia al herbicida glufosinato de amonio.


Así mismo, existen algunos insectos que le pueden hacer daño al maíz y afectan su rendimiento. En 1901 se descubrió una bacteria natural del suelo que puede enfermar a ciertas especies de insectos lepidópteros comunes del maíz como: el gusano barrenador europeo (Ostrinia nubilalis), gusano barrenador del Suroeste (Diatraea grandiosella), gusano cortador negro (Agrotis ipsilon) y gusano cogollero (Spodoptera sp.). En 1956 se determinó que en ese Bacillus turingiensis hay unos genes que producen una proteína en forma de cristales, que al ser ingeridos por dichos insectos le rompen su sistema digestivo y mueren.


Estos genes se les conoce comercialmente como Bt, pero su verdadero nombre es Cry (de cristal) y dependiendo del número que los acompaña son específicos para algunos lepidópteros o coleópteros, en el estado de larva o adulto. El Bt se consigue en el mercado desde 1958 como un insecticida biológico, pero en 1995 se incorporó su síntesis por medio de ingeniería genética a la planta de maíz.


En Colombia tenemos acceso a la mejor genética mundial, a través de las transnacionales, empresas de semillas y del gremio de productores FENALCE, que ofrecen híbridos de maíz de alto rendimiento en grano, las cuales ofrecen híbridos convencionales e híbridos con diferentes tipos de tecnología: maíces que son solo resistentes al herbicida glifosato, maíces que son resistentes al glufosinato, maíces que toleran glifosato y glufosinato, maíces que toleran algunos lepidópteros y por último los que son resistentes a algunos lepidópteros, al glifosato y al glufosinato.

Cuáles son las ventajas que tienen los transgénicos?
En el mundo la resistencia a herbicidas es la más usada, la razón principal es que facilita el control de malezas sin perjudicar el cultivo de maíz. En algunos cultivos convencionales la aplicación de herbicida puede ser poco cuidadosa y deja algunas malezas en el campo haciéndole competencia al maíz o por el otro lado, una aplicación puede que dañe o aniquile algunas plantas afectando un poco el rendimiento.


En algunos lugares existen insectos que atacan fuertemente el cultivo del maíz y la resistencia que generan los Bt es fundamental para evitar el uso excesivo de insecticidas, de esta manera se ahorra en agrotóxicos, tiempo, mano de obra y maquinaria; por otra parte genera tranquilidad en el productor al saber que su cultivo resiste dichos insectos-plaga.


La resistencia a insectos es específica para algunos lepidópteros, en algunos estudios ya se ha determinado que, aunque a veces pueden ocasionar algún daño en algunas especies benéficas, no son causan un daño significativo en su hábitat natural. Es decir que los transgénicos son específicos para los insectos mencionados anteriormente, de lo contrario, hasta ahora, no son causan un daño mayor en otro tipo de especies animales o en humanos.


Otra ventaja es que este tipo de tecnología es biodegradable, ya que los químicos de síntesis pueden quedarse en el suelo durante algún tiempo. Los efectos de los genes transgénicos no son permanentes y se desactivan en la senescencia del cultivo, lo cual a largo plazo disminuye la contaminación.
Cuáles desventajas tienen los transgénicos?


El uso de glifosato y glufosinato se ha incrementado a causa de que los maíces transgénicos son resistentes a estos herbicidas, entonces el agricultor, en algunas ocasiones, usa más de este producto para cerciorarse de que no quede centímetro cuadrado sin la aplicación del herbicida.


En un país ecuatorial como Colombia, existen gran variedad de insectos secundarios que no van a ser controlados por la ausencia de los insecticidas, esto se debe a que algunas veces los productores de maíz transgénico piensan que por el hecho de que el maíz tenga resistencia a insectos es una resistencia a la totalidad de los insectos cuando en realidad es muy específica. Hay que hacer las inspecciones y controles para evitar que otros insectos puedan resurgir y atacar el cultivo.

El uso de maíces con esta tecnología puede tornarse ineficaz y costoso si se usan en áreas donde no existe la presencia de insectos susceptibles al Bt. Hay estudios donde cuantifican cuales pueden ser las pérdidas en rendimiento por el uso de maíces transgénicos en comparación con maíces convencionales en situaciones de presencia de insectos susceptibles al evento transgénico. Pero el mismo estudio determina que no es económicamente viable tener un cultivo de maíz transgénico donde no se justifica aplicar para controlar dichos insectos (buen control biológico, alto régimen de lluvias, entre otros).


Otra de las preocupaciones es que si no se siembran las zonas de refugio en los campos que usan esta tecnología, existe la posibilidad de que los insectos desarrollen rápidamente resistencia al Bt y eventualmente esta tecnología será ineficiente para controlar los insectos y que se requieran aplicaciones adicionales para bajar la población de plagas como si se tratase de un maíz convencional y no se justifique una inversión inicial tan alta.


Los productores han empezado a preocuparse por los altos costos de producción y entre estos por el valor tan alto que tiene la semilla de los maíces transgénicos, que puede ser del doble de un maíz híbrido convencional, sin los ahorros en herbicidas o insecticidas y sin que sobresalgan en rendimiento. Al respecto, hay personas que creen que por ser maíz transgénico tiene unos rendimientos superiores; si se compara con el rendimiento de una variedad es verdad, pero si se compara con su respectiva versión del híbrido convencional no es cierto. Es decir, si un maíz transgénico tiene un rendimiento superior es por ser un híbrido, no por ser transgénico, ya que es la hibridación la que potencializa su rendimiento. En un estudio donde se compara un cultivo de maíz transgénico con su versión convencional (no transgénico), donde ambos son tratados según sus necesidades agronómicas, el maíz transgénico no es estadísticamente superior en rendimiento a su versión convencional.


Los cultivos transgénicos siguen siendo controvertibles debido a varios elementos, el primero es la desinformación, ya que algo que no conocemos nos puede causar temor y desconfianza. También se vendió la idea que los maíces de alta tecnología son resistentes a todos los insectos o a todas las malezas y eso no es del todo cierto.


El problema de los transgénicos como tal no es del todo genético, es más un problema político, económico y social. No es genético porque si se tienen los cuidados necesarios puede evitarse el flujo de genes y la contaminación con otros cultivos o especies.


Los maíces con esta tecnología pueden ser benéficos para ciertos segmentos del mercado nacional si existe educación, si son bien usados, si se cumplen los requerimientos que se exigen por bioseguridad y si la semilla del maíz transgénico es comercialmente asequible y competitiva al bolsillo de los productores.

Por eso, el gremio de productores FENALCE, a través de su Centro Nacional de Investigación CENICEL, una vez obtenidos híbridos convencionales FNC de alto rendimiento para 8 ó más toneladas, incursionará en la obtención de sus versiones con alta tecnología, para que además de que rindan en grano puedan tolerar un determinado herbicida o tolerar plagas con el Bt, a un precio cada vez más asequible al productor nacional de maíz tecnificado.

Ing. Agroind. M.Sc. Ever Andrés Vargas Escobar
CENICEL-FENALCE

fuente EL CEREALISTA; edición 109


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